«El verdadero templo masónico es la humanidad»
Comúnmente, nos referimos al templo o taller como aquel lugar físico donde se reúnen los masones para celebrar sus reuniones o tenidas. Ese lugar geométrico sólo conocido por los hijos de la viuda es un espacio que, con los elementos y símbolos convenientemente distribuidos, se convierte en un lugar propicio para la reflexión y el debate, y todos los factores cuentan para predisponer la mente a ese estado de relajación y recogimiento: desde el propio escenario, pasando por la música, los tiempos, los diálogos, las luces…todo lo que encierra el ritual, que está expresamente pensado para ese cometido. En cualquier lugar se pueden reunir los masones y celebrar una tenida, ya sea en templos magníficos y majestuosos, en otros más modernos y minimalistas, en el salón de una casa o en una modesta oficina.
Y es que, a diferencia de lo que ocurre en las religiones, ese lugar físico no es sagrado, ni tiene ninguna característica simbólica más allá de lo que allí se representa y se vive: un espacio de libertad y de encuentro entre aquellos que se consideran hermanos. No deja de ser un ensayo, una cancha de entrenamiento de los valores cívicos como la tolerancia, el respeto, el diálogo, el reconocimiento mutuo y la solidaridad que nos debe unir a todos como seres humanos.
Porque el verdadero templo de la masonería es la construcción humana, es una sociedad mejor, es, en definitiva, la humanidad. El lugar donde trabajan los masones a través de la palabra, se tiene que convertir en acciones y comportamientos que aspiren a los ideales que nos hemos dado, tanto dentro del templo y entre masones, como fuera de él y con los profanos. La masonería es universal, y su templo también lo es, porque el verdadero trabajo masónico es el que se realiza fuera de las puertas de sus talleres, contribuyendo cada masón, individualmente, a la construcción de una sociedad más justa y más humanista.
Cuando entramos en el más fastuoso de los talleres masónicos o en el más sencillo y austero, lo que allí ocurre siempre es lo mismo: un grupo de personas diversas pero unidas, compartiendo un tiempo y un espacio propio, en pro de unos ideales comunes de Libertad, Igualdad y Fraternidad.